General Truman H. Landon - General Alfonso Cruz Rivera
La Primera Guerra Mundial estimuló los inicios de la aviación militar en México. También durante la primer década del siglo pasado y aún en la generación de pilotos de los años veinte quienes actuaron en diversas campañas pos revolucionarias llevando a cabo acciones de observación, bombardeo y ametrallamiento sobre rebeldes.
Posteriormente, en virtud de la Segunda Guerra Mundial se reestructuró la aviación militar mexicana convirtiéndose en Fuerza Aérea Mexicana formada con Grupos de Escuadrones Aéreos y modernos aviones; construcción de pistas de aterrizaje en puntos estratégicos para proteger nuestros litorales y convoyes de barcos petroleros que operaban en el Golfo de México pues había que protegerlos de ataques de submarinos Alemanes. Así mismo, se organizó una Fuerza Aérea Expedicionaria que operó en las Filipinas y Formosa.
Todo esto generó entusiasmo, espíritu de grupo, alto grado de patriotismo y un especial orgullo de pertenecer a la F.A.M.
A finales de los años cuarenta y aún en los cincuenta, hubo acercamientos ocasionales entre miembros de la Fuerza Aérea Mexicana con importantes líderes internacionales y relaciones personales con destacados Generales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que participaron brillantemente en la Guerra del Pacífico, bajo las órdenes del General Douglas Mc. Arthur.
En contexto, es conveniente señalar lo anterior por que con el paso de los años, los hechos y la personalidad de ciertos personajes se pierden ó distorsionan en muchos casos. Actualmente, las circunstancias son otras, el entorno es diferente, por lo tanto, es conveniente en algunos casos, resaltar la personalidad de algunos personajes cuyos actos actualmente no tienen relevancia alguna, pero que en aquellos tiempos tuvieron mucha importancia tanto sus actos como sus anécdotas.
General Truman H. Landon - General Alfonso Cruz Rivera
El 7 de Diciembre de 1941 por la mañana, una formación de 183 aviones japoneses despega de sus portaaviones y se dirigen volando hacia la bahía de Pearl Harbor para atacar por sorpresa a la flota Americana y hundir todos los barcos fondeados en la bahía y además destruir todos los aviones que se encontraban en las bases aéreas. Cuando se encontraban a 200 km. de su objetivo, las pantallas de radar en la isla Oahu detectaron manchas intensas que fueron reportadas al centro de información donde les respondieron que estaban esperando un Escuadrón de aviones B-17 procedentes de San Francisco, California al mando del Comandante Truman H. Landon. Esta confusión impidió que alrededor de 400 aviones P-40 y P-39 despegaran a tiempo para enfrentar a la flotilla japonesa con ventaja, pues los japoneses venían sobre cargados con bombas y gasolina para el regreso. (FOTO: The official web site of the U.S.A.F.)
El Comandante Landon y su Escuadrón tuvieron un recibimiento infernal al estar volando desarmados, con escaso combustible y agotados por 14 horas de vuelo. Desbarataron su formación escondiéndose entre las nubes y buscando algún campo de aterrizaje eludiendo a los japoneses.
Dieciséis años después el ya Mayor General Truman H. Landon Comandante del Comando Aéreo del Caribe recibía en Albrook Field, Panamá al Gral. de Brigada P.A. Alfonso Cruz Rivera, Jefe de la Fuerza Aérea Mexicana, invitado para apadrinar una generación de mecánicos de aviación latinoamericanos que tomaron un curso de especialización; habiendo ocupado el primer lugar en las calificaciones el grupo de mecánicos mexicanos.
El Gral. Cruz Rivera asistió con su esposa la Sra. Refugio Pastrana de Cruz y recibieron atenciones inusuales, fuera de protocolo por parte del Gral. Landon y su esposa iniciando una estrecha y muy afectuosa relación.
En reciprocidad, el Gral. Cruz Rivera a su vez invitó al Gral. Landon y su esposa a visitar la Ciudad de México donde asistieron a la Ceremonia del Grito de Independencia en Palacio Nacional y al desfile del día 16 de Septiembre de 1957. Ambos actos impresionaron profundamente al matrimonio Landon, pero disfrutaron además las atenciones de sus anfitriones que les brindaron una cena en su residencia y otra más en la Fonda Santa Anita en un ambiente familiar con miembros de la F.A.M. acompañados por sus esposas en donde según el Gral. Landon pudo tener "pláticas de hangar" sobre temas de aviación con personas muy enteradas.
Como dato anecdótico la Sra. Cruz para corresponder la compañía de la Sra. Landon en tiendas que le mostró en Albrook Field, la llevó de compras en México a la Lagunilla y ante su sorpresa y alegría le enseñó a regatear precios, lo que cautivó a la Sra. Landon y fortaleció su su amistad, su trato se hizo más familiar y continuó por correspondencia por años.
